Pero me iré, me iré tan lejos que cruzaré el océano, surcaré el tiempo dejándolo todo atrás. Y cuando mire a mis espaldas, veré tus ojos y sabré que hacer tan poco caso al corazón me pasará factura y que el precio serás tú.
Pero no me iré para siempre, no de momento. Hay cosas del alma que el corazón debe dejar ir