Si hay algo de lo que se priva el ser humano es de fantasía. Falta fantasía en el amor, en la manera con la que miramos las cosas, los paisajes, en el aleteo de una mariposa, el sonido del viento, en nuestra propia y pura soledad. Bueno, realmente no falta fantasía, faltan ganas de todo y de superar el egoísmo innato que nutrimos con los años. Regamos la semilla y, bueno, qué difícil es arrancar raíces de un árbol regado con nuestra superación.
Creo que realmente nos falta morir, para así, valorar la vida.
Necesitamos perder aquello que tenemos para valorarlo, así somos casi todos, por desgracia. Me encantó tu texto. Besos a tu corazón.
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