Moon Motel

Seguimos con la historia de amor, con dos finales felices en vez de uno:

¿Recuerdas que te decía que éramos como la luna y el sol y solo teníamos en común el cielo? Seguro que lo recuerdas, porque no había verdad más cierta. Pues ayer decidí que de quedarme contigo, me quedaría por siempre en la luna, lejos de lo terrenal, lejos de poder respirar porque… ¿cuántas veces me has quitado el aliento?, ¿cuántas veces se me ha acelerado el corazón por algo que has dicho? Que no sé si pensabas o no, porque conociéndote… pero me lo creía.

Y como todo lo que fue hoy nos consume, decidí hacer algo bello con lo nuestro, que siempre formará parte de mi vida porque yo lo quise así, o bueno, quizá no tuve decisión de decidirlo pero no me importó dejarme llevar aquella vez, aquella noche, aquel día que siempre y por toda la eternidad será un día importante para el resto de la humanidad y tú y yo, hicimos nuestro.

Por lo que he decidido que vivamos siempre en el Moon Motel, moon por la luna que yo era, fría y calculadora, y porque el sol siempre tendrá cabida en mi cama o en mi cielo. ¿Qué te parece? Antes de sentir o saber que te pierdo para siempre prefiero dejarnos en la luna, para que envejezcamos más tarde aunque… contigo la risa no envejece.

Viviremos por siempre en la luna, lejos de todos los errores que cometimos en la tierra y hoy en día nos llevan a estar separados, separados por no sé cuanto tiempo. Pero ya sabes, esto son dos finales felices en vez de uno. Y brindo, desde mi soledad buscada por todos aquellos que lograron amarse para siempre, pese a los errores, pese a las mentiras, pese a todo. Brindo por quien encuentra el amor de su vida y es capaz de arriesgarla.

Brindo por si algún día nos volvemos a encontrar volvamos a intentarlo, pero esa vez de verdad.