Parte II, la pajarería
Las manzanas caen de los árboles, la manzana es el fruto del árbol y los árboles tienen pájaros. Es un mecanismo sencillo y cíclico, apto para aquellos que necesitan ver algo en perfecta armonía.
La pajarería tiene una explicación sencilla y cíclica, no es más ni menos que cada sueño que revolotea por tu cabeza, la mía esta abarrotada de colibrís, que baten sus alas más de 55 veces por segundo. Imagínate cuanto sueño… hasta que despierto.
Manzanas. Todos maduramos alguna vez o al menos podemos marcar una línea de crecimiento más alta en el marco de la puerta. Vivimos, respiramos, nos equivocamos y sumamos experiencia con los años. Todo es tiempo o cuestión de tiempo, en pleno proceso de consumición.
Maduramos. Créeme, tarde o temprano llega una lección que cambiará tu vida para siempre y que a su vez empedrará tu camino. El mismo con el que tropezarás el día de mañana, que puede ser mañana o dentro de trece años.
Luego vienen los árboles, solo dejamos de ser árboles una vez, justamente cuando dejamos de ser.
El árbol. Como símbolo de vida, la muerte no está invitada hoy aquí, dejémosla para otro día. Toda tu existencia es otro continuo proceso sencillo y cíclico, aunque el mecanismo tal vez sea más complejo, ya que la imaginación humana, pese a ser increíble en cuanto a historias, dudo que pudiera llegar a crear un humano, con su anatomía tan particular.
Y luego llegan los pájaros. Los árboles extienden sus brazos para amarlos sin medida, como Frida Kahlo y sus alas. Yo me extendí, hasta irme por las ramas.
Hay dos tipos de personas, las que pertenecen a algún lugar y las que no son de ninguna parte. Creo que por eso soy tan soñadora, por eso baten tan rápido las alas y por eso, necesito vivir soñando y soñar viviendo.
Pájaros. Como símbolo de libertad, si no la conoces no sabes que existe pero una vez que la pruebas no quieres respirar sin ella. Considero que la libertad es aquello que pocos saben de su existencia, porque hay quien sabe de ella y no quiere que su sumiso lo sepa.
La ignorancia es la clave del dominio absoluto, se pueden controlar las palabras, se puede someter a las personas, pero nunca podrás anticiparte al destino, como tampoco silenciarlo, y cuando este llega y enseña a un humano la libertad desde el alma, cambian sus ojos y el sometido se vuelve capaz de todo.