5ºC, pero la sensación térmica es la de un corazón de hielo. Un violín meciéndose entre el hielo hasta tus labios y descendiendo, hasta un suspiro, y de un suspiro al alma, y del alma al clímax y por último a la nada. Perdóname si no sé amarte como te mereces.
Si pudiera resumir mi vida, esta sería un sueño. Hay corazones que son caseros, que necesitan un hogar, y otros que no son de ninguna parte. Así es el mío. Tengo una vida para soñar, para vivir mi sueño, para hacerme realidad. Hacerme. A fuego lento, con todos los elementos. Soy joven y lo suficientemente mía para saber quién soy, me conozco tanto que soy capaz de todo por un sueño. ¿Cómo no iba a dar mi vida por mi sueño si mi sueño es toda mi vida? Yo muero.
Todo tiene un precio. Cuanto más vives más cobra sentido. Primero, la crisálida. El precio es el amor. El sentimiento más bello que según mi opinión es el que verdaderamente nos hace humanos. Lo supe desde el día que vi en flickr una fotografía de una chica, con una sudadera roja, sentada en el lake louise, en Canadá. Desde ese día supe qué haría conmigo, había que pagar. Estoy en deuda. No puedo obligar a otra persona a vivir mi vida, por eso viajaré sola. Porque ya sabes, hay corazones que sí son de alguna parte. Me iré, si amo me iré, si me enamoro me iré, pase lo que pase me iré. Y el arte me consolará, por eso de estar roto por la vida. Así que…
¿Ves por qué no puedo amar?
