– ya decía yo que me sonabas de algo.
Justo como lo pensaba, yo me he mirado con esos ojos. Eres libre, salvaje. Ya sabes, que viene y va. Vuelve y se arrepiente, y se va. Eres muy dada a tropezar con piedras pero últimamente me has sorprendido más de lo habitual, te he visto cogerlas. Sí, coger piedras en tu mano y apretarlas hasta hacerlas arena. Te noto destructiva y creadora. ¿Se puede saber qué te ha pasado?, ¿experiencias, verdad? Y dime,
¿cambiarías algo de lo que has vivido? Pues mira, no. Absolutamente nada por mucho que me duela, por mucho que me rompa el corazón. Me viviría mil veces con tal de seguir siendo yo. Me rompería el corazón otras tantas, pero mírame, ¿en qué me he convertido? En alguien, algo, en aire, agua, fuego. Calmo mi sed y prendo mis cenizas, voy con el viento hasta tus labios, y cicatrices. Todas ellas tienen nombre.
Me he vuelto capaz de tomar las decisiones que menos quiero, no por cobardía, solo por ser libre. Muy mía, siempre así. Cierro los ojos, respiro hondo y sigo hacia delante. Y hay una cosa que tengo muy clara, hay que amar. Ama. Ama siempre y cada vez con más ganas, enamórate de un desconocido, hazle tuyo, ámale.
Cuando llores, sufras y no puedas respirar por amor, no te cierres. Deja que pasa el tiempo, huye, piérdete. Amar siempre es la solución pero ama. Date tiempo, respira. El tiempo no es que lo cure todo, es que te hace más fuerte para soportar el dolor. Y vive, vive como si no hubiera mañana. Acelera. Escucha como ruge el motor, como cualquier alma libre. Siente el viento, déjate llevar. Y cuando frenes, empapado en lágrimas, recuerda que te conoces muy bien, que siempre estarás ahí cuando más solo estés, que siempre serás tú. Tú, contigo. No hay quien te frene.
ahora solo me redimo ante mi ego. Ya decía yo.
live laugh love 