No hay otoño que no me robe el corazón, como tampoco invierno que me haga sentir tan yo. Tan calculadora y fría, ni tan capaz. Es mi esencia. Quiero tenerte en mi cuello sin aliento, ya no me apetece tener piedad contigo.
Quiero tu piel desnuda entre las aguas, y ser el frío que te muerde la piel. Hoy recuérdame como nunca lo has hecho, tiembla. Arde de frío, hazlo por mi. Arde conmigo. No soy tuya ni de nadie, porque de ser sería del invierno pero éste me pertenece a mi.
Mi locura roza la tragedicomedia y es así, es que hoy ni Amélie. Hoy no me apetece hablar, sólo escribir. Lo siento, pero no quiero saber nada de ti, hoy es así. Mañana tal vez sea otro día, mañana quizá me despierte entre cenizas.
Pero, hoy, como he dicho tantas veces hoy, es invierno y hay niebla, tanta que no me deja ver con nitidez.

Es muy muy bonito este post… Pura poesía,muy tú!! Me gusta.☺
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