Hay mujeres que lloran sin lágrimas, como también las hay que sufren en silencio. Sin embargo no hay ninguna que pueda reír sin una sonrisa.
Y yo no sabía (ahora me retracto) reír hasta que sin darme cuenta te sonreía. Y yo era fría entre tantas otras cosas, hasta que llegaste tú (o llegué yo) y, quién sabe cómo, dudo de mi.
No sé qué me haces pero qué diferente es la vida. Un día te ves tras un cristal y a la mañana siguiente eres la mismísima ciudad. Eres Los Ángeles en el crepúsculo, el humo del tráfico ardiendo en los pulmones, el no parar y las prisas sanas, el café a las 6:00 de la mañana o la resaca de estar enamorada.
He de decirte, que eres ese acto de rebeldía que hace que mi corazón sea capaz de ver los días menos grises. Sin embargo eres por el que huiría y pisaría el acelerador hasta vete tú a saber dónde, porque me niego a que mi corazón encuentre un hogar. Él es de ninguna parte.
Sin embargo, por tu culpa, dudo de mi, como ya he dicho antes. Cómo tú dirías «así que… soy ese acto de rebeldía, ¿no? Estás enamorada».
Por favor. Qué cosas tienes. ¿Qué voy a hacer contigo?
live laugh love 